El hombre, la mujer, los humanos, en su megalomanía absoluta, para demostrar su supuesta superioridad sobre el resto de especies animales les negaron cualquier tipo de sentimiento. Hasta les negaron la capacidad de sentir dolor.
Cualquier prueba genética, bioquímica o fisiológica que tuviera relación con esos temas, era desechada, aunque bien que los utilizaban y los utilizan en los laboratorios para estudiar los efectos secundarios de un nuevo medicamento o crema de belleza.
Sirven como objetos, como muestras de estudio, pero... por favor... sólo para eso, que, los animales, ni sienten ni padecen.
Son víctimas continuas de maltratos, de abandonos, de abusos y hasta de violaciones. Sí, no se extrañen, no hace demasiado tiempo unos "humanos" irrumpieron en un refugio para perros abandonados y violaron repetidas veces a una hembra de labrador. Luego la mataron, claro. Total...
Ya, ya sé que me van a salir los de siempre diciendo que mejor que violen a una perra que a una mujer. Si ya me lo sé... se les llena la boca con filosofías baratas. Siempre es igual.
No les da para pensar que la violación es intrínsecamente mala porque es un acto de violencia contra quien se considera más débil.
Quien sea ese débil, da igual. No hay categorías.
Y el que lo hace con un perro, no lo dudéis, lo hará con una niña...
El día que dejemos de marcar una línea que coloque a la especie humana por encima de las otras, ese día, habremos salvado al universo.
Pero, no era mi intención ponerme agria.
Hace un tiempo ya escribí un artículo que demostraba que los animales sí sienten dolor. Para quien esté interesado, basta con pinchar este enlace : Animales y dolor
Hoy quiero hablar del beso. Ese gesto de amor que consideramos tan sólo nuestro. Nosotros amamos, nosotros besamos. Nosotros...
Y como creo que no hay nada mejor que una imagen para destruir una teoría absurda, voy a mostrar unas cuantas.
Los que conocemos a los animales y nos relacionamos con ellos, ya sabíamos que el beso existe entre animales de la misma especie o entre animales de especies distintas (¡cuantas veces nos han besado...!)
Para los que no los conocen, aquí quedan las pruebas:
Y, para los que aún tengan dudas:
Por no hablar de la ternura y el compañerismo
Mejor guardar silencio...
En fin... alguna vez nos daremos cuenta...
En fin... alguna vez nos daremos cuenta...
© Moony
