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"Leer te condena a muchas cosas terribles, sobre todo a la lucidez; te acerca más a las cosas en su esencia, que a menudo es desagradable, pero también te da los mecanismos analgésicos y compensatorios para enfrentarte a ellas"

Arturo Pérez reverte





domingo, 11 de enero de 2009

Ulises o Ulyses

"Siempre debemos recordar con gratitud y admiración a los primeros navegantes que guiaron sus navíos a través de tormentas y brumas, y aumentaron nuestro conocimiento sobre las tierras... en el Sur".
Roald Amundsen


Hace menos de cien años, el Polo Sur de la Tierra era un terreno de misterio absoluto. Los exploradores realizaban enormes esfuerzos para llegar allí, enfrentándose al escorbuto, al viento, a la desorientación, y a un increíble frío cuasi-marciano. Hasta que Roald Amundsen y Robert F. Scott llegaron al polo en 1911 y 1912, éste era un sitio desconocido.

La situación es casi la misma hoy, pero en el Sol.

El polo sur del Sol es un territorio inexplorado, apenas podemos verlo desde la Tierra y la mayoría de nuestras naves espaciales dedicadas al estudio del Sol están ubicadas sobre el ecuador solar desde donde la visión de las latitudes más altas es limitada.

Sin embargo, existe una nave espacial que puede viajar por los polos del Sol: Ulises, una misión conjunta de la NASA y la Agencia Espacial Europea. Ulises, durante febrero pasado, hizo un sobrevuelo singular sobre el polo sur solar:

El 7 de febrero, la nave alcanzó una latitud heliográfica máxima de 80°S , casi directamente sobre el polo sur.

Ulises había volado sobre los polos del Sol dos veces solamente (en 1994-95 y en 2000-01). Los sobrevuelos fueron breves, pero duraron lo suficiente como para comprobar que los polos son lugares extraños e interesantes.

Hay que tener en cuenta lo siguiente:

1. El polo norte magnético del Sol sobresale por la parte sur del Sol. Magnéticamente, ¡el Sol está de cabeza!
(La mayoría de la gente no lo sabe, pero lo mismo sucede aquí en la Tierra. Nuestro polo norte magnético sobresale por el Polo Sur geográfico)

Magnéticamente, la Tierra y el Sol tienen mucho en común:Tanto los polos magnéticos del Sol como los de la Tierra están en constante movimiento, y ocasionalmente dan una vuelta completa, en cuyo caso N y S intercambian sus posiciones. Esta vuelta tiene lugar cada 11 años en el Sol, en sincronización con el ciclo de las manchas solares. En la Tierra, esto sucede cada 300.000 años, más o menos en sincronización con... ¿qué? Nadie lo sabe. El estudio del campo magnético polar del Sol puede darnos algunas pistas acerca del campo magnético de nuestro propio planeta.

2. Existen agujeros sobre los polos solares,"agujeros coronales". Estos son lugares donde el campo magnético solar se abre y permite que el viento solar escape. Al volar sobre los polos del Sol, un flujo caliente de protones y electrones transportados a millones de kilómetros por hora dan de lleno en la cara. Ulises está experimentando y estudiando este viento polar.
(La Tierra tiene un agujero polar también, el agujero de ozono. La química del agujero de ozono no se relaciona en absoluto con la física magnética de los agujeros coronales pero, es curioso que en los dos astros, los polos parezcan tener agujeros)

El agujero coronal del polo sur del Sol.
El viento solar fluye hacia fuera de la región oscura

3. El campo magnético polar del Sol permite la salida del viento solar, pero también permite el ingreso de los rayos cósmicos galácticos. ¿Podría el espacio ubicado por encima de los polos del Sol ser un lugar en donde podamos obtener muestras de materia interestelar sin necesidad de abandonar el Sistema Solar?
Ulises ha demostrado que no, algo mantiene a los rayos cósmicos fuera de las regiones polares del Sol.

4. Otro misterio: según pruebas reunidas en sobrevuelos anteriores, existen diferencias en las temperaturas de ambos polos solares. Al vuelo sobre el polo sur le seguirá un sobrevuelo en el polo norte, lo que permitirá una comparación directa entre norte y sur.

En cierto sentido, la nave espacial Ulises se parece más a Richard E. Byrd que a Amundsen o a Scott. En noviembre de 1929, Byrd voló sobre el Polo Sur de la Tierra en un aeroplano trimotor Ford llamado Floyd Bennett. El avión apenas ganó la altitud suficiente para sobrevolar la meseta polar alta, evitando algunas cimas montañosas y glaciares por sólo unos cuantos cientos de metros. Tan cerca del polo magnético, las brújulas no servían para determinar la posición geográfica y existían pocos puntos de referencia en la blanca expansión de hielo de allí abajo. No obstante, consiguió guiar el avión directamente hacia la latitud de 90° S.

Como Byrd, Ulises es un aviador. La nave espacial está flotando a 300 millones de kilómetros (2 unidades astronómicas) por encima de la región 'Antártica' solar. Esa es una distancia segura y constituye un buen lugar para tomar muestras de los vientos polares del Sol y de sus campos magnéticos.

A la larga, sin embargo, a Ulises le sucederá lo mismo que a Scott, quien escribió poco antes de que su grupo pereciera de frío: "Si hubiésemos sobrevivido, yo hubiera tenido una historia para contar acerca de la audacia, la resistencia y el valor...". Ellos llegaron al Polo Sur persiguiendo memorablemente a Amundsen, pero nunca regresaron de allí. Ulises tampoco regresará, sino que perecerá en el frío del espacio cuando fallen sus fuentes de energía interna.