La misión Cassini de la NASA ha observado una singular característica de seis lados, con forma de panel de abeja, rodeando el polo norte de Saturno. Las naves Voyager 1 y 2 de la NASA fotografiaron el rasgo hace unas dos décadas. El hecho de que haya aparecido en las imágenes de la Cassini indica que es un rasgo duradero. Un segundo hexágono, significativamente más oscuro que el rasgo histórico, más brillante, puede verse también en las fotos de la Cassini. El espectrómetro visual e infrarrojo es el primer instrumento en observar todo el rasgo hexagonal en una única imagen.
'Es una característica muy extraña, geometricamente precisa, con seis lados casi igualmente rectos', declara Kevin Baines, experto atmosférico y miembro del equipo del espectrómetro visual e infrarrojo en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en Pasadena, California. 'Nunca habíamos visto nada así en ningún otro planeta. De hecho, la espesa atmósfera de Saturno, donde dominan las ondas circulares y las células convectivas, es tal vez el último lugar en el que esperarías ver tal figura geométrica, y aún así, allí está'.
El hexágono es parecido al vórtice polar de la Tierra, que tiene vientos que soplan en un patrón circular alrededor de la región polar. En Saturno, el vórtice tiene una forma hexagonal en lugar de circular. El hexágono tiene casi 25 000 kilómetros de ancho. Podrían caber en él casi cuatro Tierras.
Las nuevas imágenes tomadas en luz infrarroja térmica muestran que el hexágono se extiende mucho más abajo en la atmósfera de lo esperado, hasta unos 100 kilómetros por debajo del techo de nubes. Un sistema de nubes yace dentro del hexágono. Las nubes parecen estar moviéndose alrededor del hexágono como coches en una pista de carreras.
'Es asombroso ver las impresionantes diferencias en los polos opuestos de Saturno', según dice Bob Brown, jefe de equipo del espectrómetro visual e infrarrojo de la Cassini, en la Universidad de Arizona, Tucson. 'En el polo sur, tenemos lo que parece ser un huracán con un ojo gigante, y en el polo norte de Saturno tenemos este rasgo geométrico, que es completamente diferente'.
El hexágono del polo norte de Saturno no ha sido visible para las cámaras visuales de la Cassini debido a que es invierno en esa área, por lo que el hexágono está situado en la larga noche polar, que dura unos 15 años. El espectrómetro infrarrojo puede fotografiar Saturno tanto en condiciones diurnas como nocturnas y ver profundamente en la atmósfera. Fotografió el rasgo a longitudes de onda térmicas, de cerca de 5 micras (siete veces la longitud de onda visible al ojo humano) durante un periodo de 12 días que comenzó el 30 de octubre de 2006. A medida que el invierno se acabe durante los próximos dos años, el rasgo puede llegar a ser visible para las cámaras visuales.
'Es una característica muy extraña, geometricamente precisa, con seis lados casi igualmente rectos', declara Kevin Baines, experto atmosférico y miembro del equipo del espectrómetro visual e infrarrojo en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en Pasadena, California. 'Nunca habíamos visto nada así en ningún otro planeta. De hecho, la espesa atmósfera de Saturno, donde dominan las ondas circulares y las células convectivas, es tal vez el último lugar en el que esperarías ver tal figura geométrica, y aún así, allí está'.
El hexágono es parecido al vórtice polar de la Tierra, que tiene vientos que soplan en un patrón circular alrededor de la región polar. En Saturno, el vórtice tiene una forma hexagonal en lugar de circular. El hexágono tiene casi 25 000 kilómetros de ancho. Podrían caber en él casi cuatro Tierras.
Las nuevas imágenes tomadas en luz infrarroja térmica muestran que el hexágono se extiende mucho más abajo en la atmósfera de lo esperado, hasta unos 100 kilómetros por debajo del techo de nubes. Un sistema de nubes yace dentro del hexágono. Las nubes parecen estar moviéndose alrededor del hexágono como coches en una pista de carreras.
'Es asombroso ver las impresionantes diferencias en los polos opuestos de Saturno', según dice Bob Brown, jefe de equipo del espectrómetro visual e infrarrojo de la Cassini, en la Universidad de Arizona, Tucson. 'En el polo sur, tenemos lo que parece ser un huracán con un ojo gigante, y en el polo norte de Saturno tenemos este rasgo geométrico, que es completamente diferente'.
El hexágono del polo norte de Saturno no ha sido visible para las cámaras visuales de la Cassini debido a que es invierno en esa área, por lo que el hexágono está situado en la larga noche polar, que dura unos 15 años. El espectrómetro infrarrojo puede fotografiar Saturno tanto en condiciones diurnas como nocturnas y ver profundamente en la atmósfera. Fotografió el rasgo a longitudes de onda térmicas, de cerca de 5 micras (siete veces la longitud de onda visible al ojo humano) durante un periodo de 12 días que comenzó el 30 de octubre de 2006. A medida que el invierno se acabe durante los próximos dos años, el rasgo puede llegar a ser visible para las cámaras visuales.
Basándose en nuevas imágenes y más información sobre la profundidad del rasgo, los científicos creen que no está relacionado con las emisiones de radio ó la actividad auroral, como una vez se creyó, incluso aunque la aurora boreal de Saturno yace justo encima.
El hexágono parece haber permanecido anclado a la velocidad y eje de rotación de Saturno desde que fue visto por primera vez por las Voyager hace 26 años. La velocidad de rotación de Saturno es todavía incierta.
'Una vez que entendamos su naturaleza dinámica, este hexágono polar profundo y duradero puede darnos pistas sobre la velocidad de rotación real de la atmósfera profunda y tal vez del interior', añade Baines.
La misión Cassini-Huygens es un proyecto cooperativo de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana. El Jet Propulsion Laboratory, una división del Instituto Tecnológico de California, en Pasadena, dirige la misión Cassini para la Oficina de Ciencia Espacial de la NASA, Washington, D.C. El orbitador Cassini fue diseñado, desarrollado y ensamblado en el JPL. El equipo del espectrómetro visual e infrarrojo tiene su base en la Universidad de Arizona.
Asegurar que el vórtice polar de cualquier planeta es de forma hexagonal, desde luego es bastante atrevido. Sobre todo, si se tiene en cuenta que en dicho vórtice se están desarrollando y moviendo ciclones, que, por sus características propias, presentan siempre una forma circular cuando se observan desde arriba, que se corresponde en realidad con una forma espiral.
Recordemos que es en el movimiento de giro en el que se almacena mayor cantidad de energía, que es, en definitiva, lo que hace crecer al ciclón y le da su poder devastador.
Y es más curioso si cabe, que una concentración de ciclones esté girando a la misma velocidad de rotación que el planeta y sin desplazarse de su eje.
¿Que qué es ese hexágono? de momento, todo lo que se diga son conjeturas, pero, no por serlo han de saltarse las reglas de la lógica.
Tenemos que tener en cuenta que desconocemos absolutamente la composición de Saturno. Cuando hablamos de él se nos llena la boca con palabras como cianhídrico, sulfúrico, metano... todo lo que para nuestra fisiología resulta más peligroso.
Pero, no sabemos nada de él más allá de las fotos de la Voyager o la Cassini.
A mí, a simple vista, la imagen de ese hexágono me trae a la cabeza dos cosas: la estructura básica de un panal y la ciclación de la glucosa.
En ambos casos su composición está basada en el carbono, el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno.
Y, que no se nos olvide que el hexágono, desde mucho tiempo atrás de los griegos, siempre ha significado una cosa en la naturaleza: pavimentación.
Cada uno que piense lo que quiera.
Recordemos que es en el movimiento de giro en el que se almacena mayor cantidad de energía, que es, en definitiva, lo que hace crecer al ciclón y le da su poder devastador.
Y es más curioso si cabe, que una concentración de ciclones esté girando a la misma velocidad de rotación que el planeta y sin desplazarse de su eje.
¿Que qué es ese hexágono? de momento, todo lo que se diga son conjeturas, pero, no por serlo han de saltarse las reglas de la lógica.
Tenemos que tener en cuenta que desconocemos absolutamente la composición de Saturno. Cuando hablamos de él se nos llena la boca con palabras como cianhídrico, sulfúrico, metano... todo lo que para nuestra fisiología resulta más peligroso.
Pero, no sabemos nada de él más allá de las fotos de la Voyager o la Cassini.
A mí, a simple vista, la imagen de ese hexágono me trae a la cabeza dos cosas: la estructura básica de un panal y la ciclación de la glucosa.
En ambos casos su composición está basada en el carbono, el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno.
Y, que no se nos olvide que el hexágono, desde mucho tiempo atrás de los griegos, siempre ha significado una cosa en la naturaleza: pavimentación.
Cada uno que piense lo que quiera.