domingo, 1 de febrero de 2009

Algo de Etología

Etología

1.- Introducción para entrar en materia

Hace pocos años se decía que el hombre era una especie animal inteligente. Esta característica era suficientemente clara para diferenciarlo de otras especies y se asociaba la aparición de la inteligencia con el uso y fabricación de herramientas. A medida que aumentaron los conocimientos de la Zoología se vio que otras especies, no solo entre los mamíferos, también utilizaban herramientas y se matizaba la expresión anterior diciendo que era "la especie mas inteligente", lo cual, bien pensado, no aclara nada. Y cuando en una discusión no se sabía añadir nada nuevo se terminaba diciendo que "en cualquier caso es una especie diferente", lo cual todavía aclara menos, porque por definición todas las especies son diferentes.

El sentido de estas expresiones, en general, es que el hombre es especial, algo que nos resulta difícil definir, pero que siempre tiene connotaciones de "ser superior", "el mejor", "el fin último de la creación" etc. y a falta de una palabra adecuada se emplea la de inteligente y todos se quedan contentos.

Resulta curioso que con la inteligencia no se ironiza sobre la interpretación estadística, tal como se hace en el conocido caso del medio pollo: si todos comemos medio pollo diario y yo no he comido nada es que otro se ha comido el pollo entero. Aquí todos somos inteligentes, o al menos no parece importar tanto si llego a la media o no. La mayoría de las personas con saberse pertenecientes a una especie inteligente tienen bastante, sin importarles demasiado lo que eso significa, lo cual dice muy poco de su inteligencia.

Decir que el hombre es inteligente porque hace cosas que han llevado a la humanidad hasta el actual progreso técnico no es correcto. Si hace cosas es porque tiene unas herramientas mas apropiadas, las manos con dedos, y que son mas versátiles que las aletas de un delfín o la boca de una golondrina o de un avispa zapadora. Se dice que los cetáceos son inteligentes, sin embargo no pueden hacer cosas porque no tienen manos. Tampoco un hombre inteligente pero tetrapléjico, puede hacerlas aunque tenga manos.

Tal vez para empezar deberíamos hacernos algunas preguntas del estilo de: ¿Qué es la inteligencia? ¿Cómo se nota que un hombre concreto es inteligente y otro no lo es tanto? ¿Todos somos igual de inteligentes? ¿Quién es mas inteligente, el que diseñó el último satélite artificial o el que en su selva particular, sale cada día a cazar para comer y descansa o juega el resto del día?. Los dos hacen cosas, pero cosas diferentes. ¿Cómo las podemos valorar en grados de inteligencia?. La verdad es que no lo sabemos, pero tampoco creo que deba dedicarse demasiado tiempo a contestar a esas preguntas, porque posiblemente no nos lleven a ninguna parte.

Así las cosas empezaremos desde el principio intentando no asumir ningún axioma y comprender cada paso que demos en el desarrollo de nuestro pensamiento.

2.- ¿Qué dice la Biología?

1. Los datos científicos conocidos hasta hoy nos hablan de una evolución física que explica el origen y los cambios del Cosmos. Se habla de una evolución química para explicar la aparición de los diferentes elementos químicos y por último se habla de una evolución biológica para explicar el origen y la diversificación de la vida en el planeta Tierra hasta nuestro días. Utilizo la expresión "hasta nuestro días", en vez de "hasta nosotros", para no confundirnos pensando que nuestra especie ha sido la última en aparecer y por tanto, dotar de sentido a la frase "nuestra especie es el fin último de la Creación". Si comparamos la diversificación del Reino animal con la formación de las ramas de un árbol, podemos afirmar que, sin duda, somos la especie mas joven en la rama del árbol de la vida en que nos encontramos (Mamíferos, Primates, Hominidos), pero eso mismo nos debe hacer ver que hay tantas especies "mas jóvenes" como ramas tiene ese árbol de la vida, y todas y cada una de ellas se pueden considerar a si mismas las últimas, "el fin último de la creación", igual que lo considera la nuestra.
2. Los tres tipos de evolución de que he hablado no manifiestan límites precisos entre ellos y representan diferentes etapas de un continuo que es la evolución de la materia, con límites borrosos entre un tipo y otro, que los ponemos para acotar campos de estudio y entendernos en nuestro lenguaje. La situación es comparable con el arco iris, que si bien tiene colores diferentes, los límites entre dos contiguos son indefinidos y todos ellos son partes de un espectro continuo con diferentes longitudes de onda. Por otra parte la evolución física, química y biológica han aparecido en diferentes momentos de la historia del Cosmos y siguen dándose en la actualidad. La aparición de un tipo nuevo de evolución no lleva consigo la desaparición del anterior, por lo que cabe pensar que no hay tres tipos diferentes, sino tres manifestaciones distintas de una única evolución. En estas condiciones parece mas lógico considerar que la evolución es una propiedad inherente de la materia, como la longitud de onda es una propiedad de la luz. En los 16 mil millones de años aproximadamente, que se le estiman hoy a la evolución del Cosmos, por cambios graduales y progresivos de la energía y de la materia, mas o menos violentos en ocasiones, hemos pasado desde el big-bang hasta las manifestaciones de materia organizada que llamamos especies vivas. A una de ellas pertenecemos nosotros. Y en todo momento a lo largo de esos años, la materia cumpliendo las leyes físicas sólo pudo organizar aquello que físicamente era viable.
3. En cada una de las ramas del árbol de la diversificación animal se aprecia que las especies mas evolucionadas, es decir mas modernas, son mas complejas que las anteriores y se aprecia en todas las ramas una tendencia a aumentar la homeostasia o independencia sobre el medio externo. En los vertebrados el nivel mas alto lo alcanzan independientemente las aves por un lado y los mamíferos por otro, y consiste en ser endotermos, es decir, mantener una temperatura del cuerpo entre límites muy ajustados a costa de aumentar de modo considerable su metabolismo basal, es decir su gasto energético. De este modo las cadenas metabólicas realizan sus reacciones químicas, de modo continuo, alrededor de su temperatura óptima, independientemente de la temperatura exterior. Este hecho les ha permitido, por ejemplo, colonizar latitudes extremas del planeta a las que no pueden llegar anfibios ni reptiles.
4. Todo ser vivo animal está recibiendo estímulos de modo continuo procedentes tanto del exterior a su cuerpo como de su interior y toda esa información es procesada en su centro de coordinación que decide en todo momento las acciones que debe ejecutar. Así en un momento determinado decide descansar y elige el lugar y la postura adecuada, decide explorar, jugar, comer, etc. La idea de la coordinación es básica en todo ser vivo y será tanto mas compleja cuanto mayor sea el número de estímulos que pueda percibir e interpretar. Si, como consecuencia de la coordinación, se toman decisiones correctas y se cumplen, también correctamente, por todo el equipo físico subordinado que constituye su cuerpo, el animal seguirá vivo, no será comido por otro y por tanto habrá aumentado su historia personal (recuerdos, experiencia, conocimientos) que podrá utilizar mientras siga vivo. Si la decisión tomada es incorrecta o no se puede llevar a cabo correctamente por el resto del equipo físico, en breve plazo será comido por otros y se habrá terminado su historia personal. En el primer caso ha aprendido algo y acumula ese conocimiento. En nuestra especie también le llamamos experiencia y dice un refrán castellano que "mas sabe el diablo por viejo que por diablo".
5. Esta capacidad de aprender y acumular experiencias, innegable en nuestra especie y en otras muchas no solo entre los mamíferos, no tiene un soporte material y por tanto no se puede apreciar en una disección ni siquiera llegando a los niveles mas profundos. Sin embargo para que se manifieste necesita una base material, los centros de coordinación, que se aprecian perfectamente en cualquier disección.
6. A este nivel inmaterial le llamamos habitualmente en nuestra especie, nivel psíquico y por tanto podemos denominarlo de igual forma en el resto de las especies animales. Para que se dé es necesaria la presencia de un centro de coordinación y éste está presente, al menos, desde los protozoos o animales formados por una sola célula. ¿Cómo si no, podría una célula con centenares de cilios hacer que todos se muevan de modo sincrónico?. La complejidad de esos centros aumenta de modo gradual a lo largo de la historia de la vida y permite coordinar cada vez mayor número de órganos y responder a mayor número de estímulos. Así se llega hasta la especie humana o hasta cualquier otra especie fin de rama en el árbol de la vida. Esa complejidad gradual nos impide poner límites precisos entre diferentes estadios o niveles, como ocurre en los límites de los colores de arco iris.
7. Así pues, igual que en las especies mas modernas de cada rama del árbol de la vida se aprecia una tendencia a aumentar la homeostasia, también se puede decir que se aprecia una tendencia a aumentar su complejidad psíquica, que se aprecia por la de sus centros de coordinación. Si no se quiere aceptar que este nivel psíquico, por pequeño que sea, lo tienen ya los animales unicelulares, al menos se podrá aceptar que tienen la potencialidad de tenerlo. En último término, se podrá aceptar que el nivel psíquico aparece en el árbol de la diversificación de la vida en algún momento desconocido, a partir del cual se encontrará en todas las especies posteriores y por tanto no es único y exclusivo de nuestra especie y mucho menos aparecido bruscamente, de novo, solamente en nuestro caso.
8. Desde el momento en que aparece este nivel psíquico, su evolución forma un continuo, de modo semejante a la evolución de la materia que ha dado lugar a las diferentes formas existentes. Así hablaremos de la evolución psíquica o inmaterial que, sin embargo, necesita un soporte material para manifestarse. Estas ideas las representamos de modo gráfico en la figura 1 en las que la evolución de la materia (física, química y biológica) se representa como un continuo que equivale al mismo tipo de relleno de las tres ramas de un árbol, mientras que la evolución psíquica o inmaterial aparece con el primer centro de coordinación, y se muestra como una vaina que cubre solamente a la rama "viva", que le sirve de soporte.


9. Por último, y como consecuencia de lo anterior, cabe pensar que la auténtica diferencia entre los individuos, que hace a cada uno único e irrepetible es su propia psique que condiciona su historia personal. Se dice que todos somos diferentes a nivel bioquímico y se manifiesta este hecho por los problemas de rechazo en las operaciones de trasplante de órganos. Pero, incluso en estos casos, se habla de órganos compatibles que son aceptados por el receptor, y no tienen por qué ser de la misma familia que el donante. Es decir, somos bastante diferentes cada uno de nosotros, pero... no del todo. Sin embargo la historia personal de cada uno es totalmente irrepetible, como se aprecia por el hecho de que el mismo suceso observado, o sufrido, por dos individuos deja recuerdos diferentes en cada uno de ellos. Así pues, la evolución psíquica, inmaterial, es la que da lugar a la auténtica individualidad, que no es otra cosa que la interpretación personal de la historia. Como dice el dicho popular, la vida no es como es sino como tú la ves.

A ver si no somos tan importantes como nos creemos...